En esta ocasión vamos a hablar sobre el efecto manada y su influencia en la estrategia de marketing.
Un interesante concepto, muy relacionado y perfectamente complementario a este otro post anterior: La presión de grupo en el marketing.
El ser humano de manera natural posee una clara tendencia a vivir y relacionarse de forma colectiva.
En este contexto, el efecto manada, también denominado efecto de arrastre o bandwagon effect, es aquella tendencia que acepta como válidos los razonamientos o las ideas de la mayoría del colectivo.
Pero lo hace sin llegar a analizar si son correctos dichos razonamientos o ideas desde un punto de vista lógico.
Uno de los ejemplos más tangibles que podemos citar es el de los inversores en bolsa.
Cualquier tipo de rumor emitido desde ciertos influenciadores pertenecientes al colectivo de inversores bursátiles genera una presión de grupo.
Ésta posee un efecto arrastre demoledor en muchas ocasiones, tanto para la compra de acciones como para la venta de las mismas, sin tener en cuenta detalles fundamentales.
En el efecto manada las emociones tienen un gran protagonismo
Si sentimos una emoción positiva o negativa en este contexto es muy probable que nos dejemos llevar y ejecutemos una toma de decisiones basada en el efecto manada.
Este fenómeno es una prueba total de evaluación de nuestra capacidad de racionalidad, ya que la influencia de los demás incide directamente en nuestro comportamiento irracional.
Por su parte, si intentamos aislarnos y pensar, es muy probable que nuestra parte racional nos convenza de la decisión opuesta.
Hay un concepto asociado al efecto manada, que es el oportunismo.
Se trata de un concepto basado en la observación, ya que de manera frecuente los seres humanos tenemos ciertas creencias que nos fundamentan ciertas acciones.
Todo ello se fundamenta en la influencia colectiva.
Si una marca observa y analiza estos aspectos relacionados con su marketing mix, es más que probable que pueda plantear campañas puntuales generadoras de un comportamiento gregario.
Recuerda que constantemente, casi sin darnos cuenta, los consumidores somos sometidos a diversas conductas o creencias que se propagan entre nosotros. S
ería interesante para cerrar este post complementarlo con otro anterior de mucha utilidad: Diferencia entre novedad, tendencia y moda.
Photo credit: josesande
8 comentarios
Interesante concepto.
No se si serán muchas las personas que de forma impulsiva tienden a rechazar el efecto manada, yo soy una de ellas. Este impulso no creo que sea una decisión meditada y razonada, más bien lo catalogaría como impulso propio de supervivencia originado desde mi amígdala en el que se lanza el mensaje ,»cuidado que viene el lobo».
De todas formas el impulso manada, el mismo que tiende a ser el más utilizado por la gente, y en el mismo que en ocasiones caigo, y que de forma automática tienden a tomar la mayoría de personas ante cualquier llamada este relacionado con las características del propio individuo, la avaricia y la codicia, el querer parecerse a alguien, o ser igual o mejor que otros, el deseo … nos provocan esa toma de decisión impulsiva y no razonada, que en muchas ocasiones nos lleva a una mala experiencia.
Gracias Raul. Muchas veces, aun siendo muy racionales, no dejamos llevar por las emociones y caemos en la provocación grupal. Somos así. Saludos.
Efectivamente la mayor parte de decisiones aunque pensemos que son razonadas ya las tenemos predefinidas previamente, la razon es la que se encarga de «inventar» los argumentos que avalan esa decision. No siempre es asi pero esi en mu has ocasiones.
Tal cual Raul, saludos!