Quizás te haya sorprendido un poco el título del post de hoy: Efectos del péndulo generacional en marketing. La idea me surgió ayer, gracias a una de mis fuentes favoritas de sabiduría, Noel Carrión, que ya me ha inspirado algún que otro post, como por ejemplo este: El mundo online y la sensación de vivir más.
Noel es una de esas personas a las que escuchar con atención, pues tiene un criterio que me entusiasma y os prometo que cada conversación con el es puro aprendizaje para mí. Ayer tuve de nuevo esa suerte de compartir y de absorver planteamientos que siempre me enriquecen.
El péndulo generacional es la oscilación que tiene como extremos a dos generaciones, digamos entre padres e hijos o si vamos más lejos entre abuelos y padres. Ese péndulo que con un movimiento veloz nos traslada automáticamente a dos formas de pensar distintas tiene una importancia decisivas en los procesos de marketing.
Siempre me ha obsesionado esto desde que trabajo en el mundo del marketing
Ese cambio generacional que nos trae casi sin darnos cuenta otras formas de concebir el mundo, otros modos de comunicarse a través de nuevos sistemas de lenguaje,
Ayer, en la conversación, reaprendí y fui consciente de que entre generaciones se generan choques disruptivos sobre el qué y el cómo hacer las cosas. Si lo hicieron nuestros padres, seguramente eso para nosotros esté anticuado, porque han cambiado el tablero de juego y las reglas del juego. Con el tiempo, cuando nosotros evolucionamos y ya somos la generación intermedia, entre nuestros padres y nuestros hijos, empieza a tener sentido la nostalgia de aquello que les gustaba a quienes nos trajeron al mundo y también la nuestra propia a través de los recuerdos de nuestra propia existencia juvenil.
Me quedo con la interesante y obvia sensación de que la segmentación y el posicionamiento todavía adquieren más sentido gracias a este sencillo planteamiento.
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