Hoy vamos a hablar de un tema de discusión interesante: El alarde y su papel en la estrategia de comunicación.
El alarde tiene como definición «aquella acción y efecto de ostentar o presumir de algo». Vamos a intentar ubicar este concepto cuando una marca dispone de una ventaja competitiva y decide alardear de ella.
Alardear no es, como puede parecer en un principio, negativo. Incluso puede ser todo lo contrario. Ahora bien, para ello, la marca debe tener nítidamente controlados estos tres planteamientos de base:
- ¿Por qué puede alardear? Es la pregunta clave y la respuesta a la misma se enfoca en conocer perfectamente cuál es la ventaja competitiva que permite a la marca presumir. No vale con ser puntualmente la mejor en algo, sino que hay que pensar en el recorrido del alarde y ello conlleva un intenso trabajo de marketing basado en el análisis y diagnóstico de los principales actores del mercado en el que opere, como competidores, consumidores, elementos del entorno, etc.
- ¿Cómo va a comunicar el alarde? Es importante tener muy bien definido el estilo y el tono (sutil, agresivo, irónico, invertido, etc.), así como los canales de comunicación que van a ayudar a que el mensaje cale en el público objetivo
- ¿Qué objetivo se persigue? No es menos importante tener muy claro el objetivo, la marca no puede conformarse con impactos puntuales si trabaja en esta línea, ya que corre el riesgo de que cualquier otra marca pueda aprovechar su enfoque y pisar todo lo hecho hasta el momento. Con un objetivo claro y definido se pueden prever posibles consecuencias colaterales, tanto positivas como negativas
Todas estas preguntas son el núcleo de un modelo del que ya hemos hablado en otras ocasiones en este blog, por lo que te recomiendo leer este interesante post anterior: La estrategia del círculo de oro en el marketing.
Photo credit: gashaworld
