El branding no es una necesidad, hay público para todo

Una reflexión que siempre hago en voz alta tanto a mis clientes en la agencia como a mis alumnos en las clases de postgrado: El branding no es una necesidad, hay público para todo.

Insisto: más de 8.000 millones de personas en el mundo hacen que el branding no sea una necesidad ni una obligación, sino más bien una opción.

Es por esta razón por la que existen marcas en el mercado dirigidas a públicos concretos, momentos de uso concretos y necesidades concretas que funcionan sin más.

Una variable marca casi siempre la pauta en este sentido: el precio. En otras ocasiones, la razón es otra.

Pero al final al cabo existen empresas que funcionan sin necesidad de darle la importancia que tiene a su marca, a su estrategia, a su comunicación, etc.

Esta semana, un buen amigo mío me trajo a la oficina otro gran ejemplo de esto que os estoy contando. Era un paquete de calcetines comprado en un mercado bajo el «nombre» (y no digo «marca») Calceking.

Vaya por delante que el ejemplo me encanta, me flipa y provoca en mí la mayor de las admiraciones. Simplemente, adoro este ejemplo.

Yo que pongo toda la ilusión y el esfuerzo por crear marcas que marcan me doy cuenta de que a veces lo simple también funciona. La clave es que tenga su público y, obviamente, lo tiene.

Nombres (y no digo «marcas») como Calceking me hacen pensar y mucho en muchas cosas.

Ahora llega el momento de preguntarte a ti, ¿cuántas propuestas conoces en el mercado similares a esta? (os agradecería enormemente que me las descubrierais en los comentarios del post).

Simplemente dando un paseo por la calle, casi en cualquier lugar, podemos descubrir propuestas de este tipo, ya que forman parte de nosotros e insisto, tienen su público.

Obviamente, también las empresas que son conscientes de la importancia de la marca, la estrategia y la comunicación, entre otras variables, tienen el suyo. Ese es mi esperanzador dato.

Photo credit: FT