Hoy quiero hablarte de un método propio, el enfoque de los prejuicios en creatividad, que hace nada se me ha ocurrido. Ni siquiera me he planteado si existe o no, me mola y he decidido usarlo e implantarlo. Me ha gustado llamarlo así y tal cual lo tengo meditado te lo cuento.
Un prejuicio es un proceso de creación de un concepto o juicio sobre algo de manera anticipada. Consiste en generar una crítica de carácter positivo o negativo ante una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos que lo justifiquen.
Esta actitud es de todos conocida y diría que todos nosotros alguna vez en la vida la hemos usado, unos más que otros.
Para el tema que nos ocupa, pensemos en el foco central del reto creativo que tengamos planteado, bien sea una marca, un producto, un personaje o lo que sea.
Pues bien, en este caso, seamos malos. Emitamos todos los prejuicios habidos y por haber. Pensemos y escupamos todo lo que a priori nos transmite dicho elemento, bueno o malo, todo ello basado en la naturalidad e impulsividad de los prejuicios.
Ahora, tras haber dicho y registrado esta tormenta de prejuicios, analizamos uno a uno entre todos los miembros del equipo creativo. Después, comprobamos qué pueden aportar, tanto los de matiz positivo como los de matiz negativo.
Este paso nos proporcionará una información cualitativa muy importante, con la que podremos segmentar entre las vertientes que potencian los atributos del elemento objeto del foco del reto creativo y aquellas que lo debilitan.
No se trata de mencionar aspectos sobre uso (para qué sirve), diseño (si mola o no), tamaño (y qué problemáticas plantea esto), etc. De lo que se trata es de aprovechar este recurso instintivo del ser humano de prejuzgar antes de pensar realmente en los atributos o beneficios de, por ejemplo, el producto.
Piensa, cuando estás con un grupo de amigos y estás «criticando y/o prejuzgando» algo o a alguien. Traslada ese mismo escenario a la aplicación directa dentro de un reto creativo, intentando prejuzgar antes de aplicar cualquier otro método de creatividad. Al fin y al cabo, todo es cuestión de percepciones.
Yo lo he probado ya y me ha encantado, pues es como un paso intermedio entre el planteamiento del reto y la aplicación de cualquier método de creatividad, aportando esa información cualitativa de la que os hablaba antes, que nos aporta una riqueza adicional que retroalimenta al propio proceso.