En mis clases de postgrado en marketing suelo hablar de esta bonita relación que para mí ejemplifica de forma perfecta a esta importantísima variable: El entorno competitivo y el Cubo de Rubik.
El entorno competitivo es el ecosistema en el que una marca decide buscar su lugar, enfrentándose a multitud de actores, compuestos por dos zonas bien diferenciadas: el macroentorno y el microentorno.
El macroentorno hace referencia a aquellos factores que vienen determinados por actores que no podemos controlar: leyes, gobiernos, tipos de cambio, devaluaciones, etc.
Por su parte, el microentorno identifica a aquellos factores que pueden llegar a ser total o parcialmente controlables, pues vienen originados por actores más cercanos e identificables para nosotros: clientes, proveedores, competidores, intermediarios, etc.
Dada esta introducción, la relación con el Cubo de Rubik para poder explicar en qué consiste el entorno competitivo de una manera muy sencilla pero altamente descriptiva se basa el orden y el desorden de sus caras y colores.
Como sabes, el Cubo de Rubik consta de 6 caras y 6 colores
Analizar el entorno competitivo no es algo puntual, sino que siendo muy conscientes de que es un ente muy vivo, hemos de tener un seguimiento constante del mismo.
Siempre digo que cuando aparentemente pensamos tener todos los actores del entorno competitivo controlados, llega cualquiera de ellos (precisamente por estar muy vivos) y nos pone contra las cuerdas. Y esto sucede de forma constante.
Cuando pensamos tener todo controlado, el Cubo de Rubik estaría totalmente logrado, es decir, cada cara con sus colores correspondientes. Pero recuerda que en cualquier momento, en cualquier lugar, cualquier actor del macroentorno o del microentorno puede mover cualquier color, lo que desembocará en una reacción en cadena que moverá las caras, en función del nivel de impacto de ese movimiento.
Espero haberme expresado bien. Finalmente, piensa en lo difícil que es hoy en día dado el entorno competitivo actual en cualquier tipo de segmento de mercado mantener siquiera unos segundos el Cubo de Rubik en su posición de orden perfecto.
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