El vídeo ha dejado de ser un formato complementario. Hoy es el eje vertebrador de las estrategias digitales más ambiciosas. Siguiendo las tendencias en España 2025, las marcas que apuestan fuerte por el contenido audiovisual lo hacen porque entienden que el futuro del marketing está en contar historias que conectan, en construir universos narrativos que generen confianza y en dejar una huella que vaya más allá del scroll. Lo hacen porque el branded content es una exigencia del contexto.
En España, las marcas que están liderando esta transición han entendido que el vídeo genera un vínculo. La diferencia es abismal. Vender es puntual; vincular es sostenible. Esa es la clave de los contenidos que buscan relación más allá de la transacción. Un enfoque donde el valor que se ofrece al consumidor supera la lógica tradicional del producto y se convierte en una experiencia audiovisual con sentido, estética y propósito. Cada segundo cuenta y cada plano comunica. Porque cada historia construye un relato que se entrelaza con la identidad de marca.
Las inversiones se están desplazando hacia formatos más cinematográficos, hacia piezas que priorizan la calidad narrativa sobre la duración o la cantidad. Se busca impacto emocional y no tanto el tradicional volumen de publicaciones. Las empresas que trabajan con un servicio de producción de video especializado han comprendido que el contenido original, además de mejorar la percepción de marca, incrementa la posibilidad de ser recordadas

La viralidad es el resultado y no tanto la finalidad: Lo importante es cuántos usuarios se sienten parte de ello
La profesionalización del branded content en nuestro país también ha impulsado el crecimiento de plataformas como Sortlist, donde muchas marcas encuentran socios estratégicos capaces de materializar su visión en piezas que combinan emoción, técnica y mensaje. Esta tendencia está redefiniendo la relación entre anunciantes y agencias, generando nuevos modelos de colaboración creativa. Cada proyecto audiovisual es ahora un activo estratégico de marca, lo que deja de interpretarse como un gasto puntual en la parrilla de contenidos.
En cuanto a agencias de publicidad Madrid se ha consolidado como epicentro creativo, con una densidad creciente que entienden el vídeo como pieza angular de las campañas. Micro documentales, mini series, entrevistas cargadas de autenticidad o piezas diseñadas para plataformas específicas abren un abanico más que interesante. Cada canal tiene su código. Cada audiencia, su tono. Las marcas que mejor están interpretando estas claves son las que lideran la conversación.
En esta nueva etapa, se impone es una mirada honesta, una narrativa sólida y una producción impecable. El público busca contenidos que le hagan sentir parte de algo. La conexión se ha vuelto el KPI más valioso. Por este motivo, el vídeo que cada marca necesita es aquel que sabe responder con sensibilidad a su propósito, su audiencia y su tiempo. Un vídeo que, en definitiva, invita.
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