Hoy quiero hablaros del elevator pitch como herramienta básica de tu marca personal.
El elevator pitch es un concepto que representa un micro discurso de presentación sobre un proyecto. El objetivo es dejar muy claras las ventajas competitivas del proyecto ante potenciales clientes o inversores.
Puedes imaginar la importancia que cobra este micro discurso en cualquier momento, ya que siempre es buena oportunidad para «vender» tu proyecto.
Un buen elevator pitch te ayuda a comunicar de forma clara, concisa y sintética tus ideas
Este es, sin duda, un aspecto clave para dejar muy claro en qué es bueno tu proyecto frente a otros.
Su nombre tiene como origen al escaso tiempo empleado para utilizarlo, haciendo un símil con un corto trayecto en ascensor.
El arte de condensar el mensaje en el elevator pitch provoca que puedas llamar la atención en pocos segundos. Esto supondrá una puerta de entrada a algo más o no con el receptor del mensaje.
El concepto fue creado en los años 80 por Philip B. Crosby y se hizo popular en la formación sobre negocios durante esa década y la de los 90.
Respecto a su aplicación hacia la marca personal, decir que adquiere una gran trascendencia si sabemos sintetizar nuestra principal ventaja competitiva como profesionales.
Este recurso te aporta un beneficio inmediato, ya que un micro discurso bien preparado te ayuda a definir mejor quien eres y qué quieres conseguir.
Además, el hecho de evitar improvisar deja atrás posibles miedos, dudas o indefiniciones que pueden transmitir en un momento concreto una imagen no adecuada a lo que eres.
Un buen micro discurso aplicado a tu marca personal es un recurso de gran importancia para transmitir credibilidad, confianza y seguridad.
Estas variables son, en el escenario de mercado actual, puntos clave para marcar la diferencia y dejar huella allá donde vayas.
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