Hoy toca reflexionar. En mis últimas clases de master, tanto en España como en Colombia, se ha ido sucediendo este tema y me apetecía escribir sobre ello. Lo he titulado «En marketing, piensa en otros no en ti«.
¿A qué quiero referirme? Es sencillo. Cuando estamos en clase escuchando al profe una temática marketiniana o cuando estamos trabajando un proceso de marketing en la empresa, aparte de otras tantas situaciones similares, nos sucede algo curioso.
Es como si todo nuestro sistema racional se pusiera a darlo todo, en alerta, haciendo que saquemos nuestra vertiente más metódica e indiferente con la creatividad y los atributos emocionales.
Solemos pensar y decir cosas como «eso no sirve para nada», «a mi no me gusta», «no creo que triunfe», «vaya tela» o «no tiene sentido», entre miles de expresiones similares.
Es como si tuviéramos que justificarnos a nosotros mismos por algo
Es curioso que solemos hacerlo cuando es otra persona la que nos está transmitiendo ese algo. Sin duda, somos campeones del mundo en emitir juicios inmediatos a casi todo.
El planteamiento que quiero exponer en este post de hoy es sencillo. Deja de pensar en si te gusta a ti, si te atrae a ti, si te impacta a ti… empieza a pensar hacia fuera de ti. Pregúntate, ¿existe algún público que pudiera aceptar esa propuesta conceptual que acabamos de criticar?
Como decía en el post anterior, hay público para todo. Somos millones y millones de personas en todo el mundo. Por ello, la probabilidad de que haya público para todo parece cuanto menos no descartable.
Piensa en términos de estrategia, no en términos de operativa. Piensa en términos de enfoque, no en términos de absolutismo.
En marketing tienes que olvidarte de ti como consumidor, simplemente para que es yo interior no interfiera en tu capacidad creativa, de lo contrario nunca podrás validar las oportunidades que te negarás a ti mismo.
Photo credit: Thierry Vallet