Continuamos con la serie de post en los que estamos visualizando estímulos. En esta ocasión es el turno para estímulos y su influencia en la estrategia de marketing: Externos.
Cuando hablamos de estímulos externos nos estamos refiriendo a todos los que son generados a causa del escenario exterior, lo que genera algún cambio de cualquier tipo en el cuerpo.
Por tanto, hablamos de estímulos que van desde lo exterior hacia el interior, por lo que podemos afirmar que primero son sentidos por el individuo para posteriormente ser y interiorizados.
Los estímulos externos son capaces de provocar una modificación, puesto que lo que generan es una reacción que origina un cambio determinado.
Un ejemplo de estos seria la sensación de quemadura al apoyar la mano sobre un objeto excesivamente caliente.
Como ejemplos de estímulos externos podemos hablar de una herida o corte, una quemadura, una picadura de un insecto, una reacción alérgica ante algún tipo concreto de planta o animal, etc.
Si nos llevamos este planteamiento al escenario del marketing, podemos comprobar que existen multitud de productos y servicios que están enfocados a dar respuesta ante necesidades provocadas por los estímulos externos.
Al igual que planteamos en el post anterior, sobre los estímulos internos, si intentamos ir un poco más allá focalizando en el concepto y en la respuesta que puede dar una marca ante una de las variantes de estímulo externo, podemos generar interesantes escenarios.
Por ejemplo, para una reacción alérgica podría ser interesante pensar en cómo generar esta sensación previa y que sea tu marca quien pueda informar previamente de los motivos de este tipo de reacciones y que tipo de situaciones y riesgos conlleva.
Si finalmente dicha reacción ocurriera, posiblemente la marca tenga mucho terreno ganado para ofrecer su producto de solución ante el problema bajo un prisma de credibilidad muy interesante, ya que seguramente sea percibida como «más experta» en el tema.
No estaría nada mal, ¿cierto?. Se trata de sencillos pensamientos en los que cotidianamente apenas pensamos, pero que están ahí esperando que las marcas puedan seguir generando nuevos escenarios. Piensa en ello.
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