Continuamos con la serie de post en los que estamos visualizando estímulos. En esta ocasión es el turno para estímulos y su influencia en la estrategia de marketing: Motivacionales.
Nos referimos a estímulos motivacionales cuando sentimos cualquier estímulo que al llegar a nuestros receptores es capaz de generar una respuesta en forma de motivación.
Es decir, dicho estímulo ha de originar la voluntad y las ganas de realizar alguna tarea concreta.
Veamos un ejemplo: cuando en un entorno digital un individuo percibe un mensaje referido a una promoción concreta que nos invita a clicar en ella para obtener algún beneficio estamos ante un estímulo motivacional.
La motivación es un factor muy interesante para su estudio y análisis de cara a saber de qué forma poder implementarla en los procesos de marketing.
Se trata de un principio básico en nuestra conducta como seres humanos, ya que ningún individuo actúa sin algún tipo de motivación que le lleve a ello, es decir, es alguna razón o motivo lo que nos lleva a ejecutar una tarea.
En el entorno de marketing la motivación es el motor que aporta los motivos para que un consumidor objetivo pueda estar ante un «momento de la verdad» y pueda tomar una decisión.
Además, la motivación tiene una incidencia directa con otras variables clave como el nivel de estrés, la autoestima, la concentración, etc. Todas ellas son determinantes en la relación entre marca y consumidor.
Es importante destacar que el nivel de motivación de cada individuo no resulta directamente proporcional al valor del motivo que lo provoca, sino que es la importancia que le otorga el individuo que lo recibe la que define el nivel de motivación.
Para finalizar, señalar que existen varios tipos de motivación, como la extrínseca, la intrínseca, la positiva, la negativa, la básica, la cotidiana, la centrada en el ego o la centrada en la tarea.
De todas ellas hablaremos en una próxima serie de post dedicados a la motivación.
Photo credit: freepik