De pronto, me he acordado de algunas veces en las que esta frase ha provocado reacciones increíbles ante hechos a priori impensables. Este hecho da origen al post de hoy, que se titula Estrategia infalible: no hay huevos a…
Como vimos en un post anterior, el marketing de lo prohibido, cuando nos retan sobre cosas difíciles o imposibles y para ello se utiliza esta frase solemos reaccionar de forma concluyente.
Recuerdo que en una ocasión, que no voy a citar en concreto, necesitábamos para una campaña muy importante un número de fans concreto para una página de Facebook.
Para alcanzarlo en tiempo récord y casi a la desesperada, recurrimos a esta estrategia infalible «No hay huevos a…»
Creamos un diseño de un huevo para la foto pequeña del perfil de Facebook y dijimos abiertamente desde la propia página para todos los seguidores que ya se tenían esto: «no hay huevo a alcanzar los XXXXX seguidores antes de la hora XXXXX».
¿Creéis que lo conseguimos? Fue increíble, efectivamente lo conseguimos. Fue realmente emocionante ver como la comunidad de fans que ya se tenían empezó a cambiar su foto de perfil y creando una potente llamada a la acción a cada una de sus redes de contactos viralizando el mensaje de ayuda para captar más fans.
Era tremendo ver en el chat de Facebook de los contactos de cada uno, como poco a poco casi todos ellos se iban convirtiendo en huevos. Flipante.
No es algo para hombres únicamente, las mujeres reaccionan de forma similar ante el mensaje «no hay huevos«. No se trata de discernir entre sexos, la frase está tan integrada culturalmente en nuestro país que funciona a la perfección en general, o al menos esa es mi impresión (puedo estar equivocado, lógicamente).
Ya que estamos, voy a decirte que… no hay huevos a compartir este post en Facebook, Twitter, LinkedIn, Google Plus, … : )
Photo credit: kiwi
