Tercer post de la micro serie dedicada a los 4 tipos de estrategias derivadas del análisis CAME. En esta ocasión hablamos de las defensivas (A + F).
Para situarnos, voy a refrescaros el concepto de esta interesantísima herramienta de marketing, denominada análisis CAME (clic aquí para leer).
Las estrategias defensivas suelen desarrollarse y aplicarse a partir de las fortalezas internas de la empresa.
Éstas las enfocamos hacia establecer contrapartidas en función de las amenazas externas que hemos detectado en el análisis DAFO.
Por ello, definimos este planteamiento como A + F.
Estrategias derivadas del análisis CAME: Defensivas (A + F)
Una estrategia defensiva debe basarse en reconocer aprovechar determinadas fortalezas internas ante la inminencia de una situación de peligro (amenazas externas).
Partiendo de este planteamiento, se debe realizar un enfoque para analizar perfectamente el alcance de las amenazas que consideramos que pueden afectar a la empresa.
Por ejemplo, si han habido cambios en un estilo de vida concreto, hábito de compra determinado, necesidad específica o deseo sugerente que hayamos estado trabajando.
A partir de las amenazas externas debemos explotar y proyectar todas las fortalezas internas de las que disponemos.
Puede ocurrir que lo que planteemos se confunda con un enfoque de estrategias ofensivas, ya que ambos escenarios contemplan la explotación de las fortalezas internas.
La diferencia radica en que en las estrategias defensivas apuntamos hacia las amenazas externas y en las estrategias ofensivas hacia las oportunidades externas.
Las estrategias defensivas suelen ser mas comunes en empresas que ya tienen cierto recorrido y experiencia, que en su camino han logrado construir sólidas fortalezas.
Esto les permite ponerlas en valor en el entorno competitivo, siendo de gran ayuda a la hora de entender los por qué particulares de cada situación comprometida.
En el siguiente post veremos el último planteamiento estratégico, el de reorientación.
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