Segundo post de la serie dedicada a destacar algunas estrategias personales (2) para ser más productivo en menos tiempo.
Tras el post anterior enfocado en alinear el trabajo con tu cronotipo, en este hablaremos sobre planificación.
Todo esto tiene relación con el famoso refrán «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy».
La productividad no suele ser algo casual, sino más bien causal.
Es decir, o tienes bien claras las cosas y planificas en consecuencia o la improvisación no siempre va a salvarte.
Por este motivo, la planificación se convierte en una herramienta clave para poder disponer de una óptima gestión del tiempo.
Estrategia 2: Planificar la agenda laboral al final del día anterior
Es importante que dejemos definido por escrito qué queremos hacer, cuándo, dónde, cómo, etc.
De este modo, será mucho más probable poder alcanzar los objetivos que nos hayamos marcado.
Una manera efectiva de hacer esto es escribir tus 3 prioridades para el día siguiente.
Se trata de tener muy claro qué cosas que no puedes dejar de hacer, para poner el foco en ellas.
Estrategias personales (2) para ser más productivo en menos tiempo
Una vez tenemos definidas dichas prioridades, el siguiente paso es completar la lista del resto de tareas que tengamos por delante.
Para ello, lo ideal es intentar segmentarlo por tramos de hora en hora, de manera aproximada.
Otro aspecto que también debemos tener en cuenta es añadir finalmente algunas tareas que requieren mínimo tiempo.
Es decir, aquellas que podemos realizar rápidamente entre reuniones o en cualquier tiempo de espera.
Obviamente, cuanto más meticulosa resulte nuestra planificación, mejores resultados obtendremos.
Ten en cuenta que conforme nos acostumbremos a planificar, iremos mejorando notablemente el proceso.
Por tanto, siguiendo este camino lograremos incrementar nuestra productividad personal.
El siguiente post estará enfocado a desarrollar ciertos rituales que nos serán de utilidad.
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