Arrancamos serie de post, concretamente 30, con Frases de Mark Twain enfocadas al marketing (1). En la multitud de libros que leo al cabo del año, Mark Twain es un personaje que es citado constantemente por la gran mayoría de autores.
Samuel Langhorne Clemens fue su verdadero nombre. Nacido en Florida (USA), fue un popular escritor, orador y humorista, autor de obras legendarias como El príncipe y el mendigo, Un yanqui en la corte del Rey Arturo o, por encima de todas, sus novelas Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn.
Si por algo destacó sobremanera fue por su gran ingenio y su estridente sátira, que no dejaba indiferente a nadie. Creador de montones de frases que han perdurado en el tiempo, he recopilado algunas de ellas, concretamente 30, para crear 30 post en los que voy a intentar relacionar la frase con algún enfoque marketiniano, siempre desde mi particular punto de vista.
Muchas de ellas me recuerdan al pensamiento lateral y prácticamente todas ellas están llenas de sarcasmo. Veamos la frase 1, para abrir boca:
«No hay nada más molesto que un buen ejemplo»
Esta frase encierra muchos conceptos. Por ejemplo, que cuando queremos explicar algo a alguien y no encontramos la manera de hacernos entender, quizás la mejor salida sea un buen ejemplo.
Un ejemplo es tan buena solución que incluso puede molestar, en cierta manera, a nuestro receptor. Un ejemplo ilustra aquello que queremos transmitir y si encima el ejemplo es nuestro mejor que mejor.
El ejemplo es una de las mejores herramientas en la enseñanza. Qué mejor ejemplo que un ejemplo para ser un ejemplo. En marketing, el ejemplo te hace pensar, te hace situarte en situaciones imaginarias, te hace plantearte cosas a nivel interno (tu propia marca) y externo (las marcas competidoras).
Con un buen ejemplo alcanzas la excelencia. Eso puede molestar, tenlo en cuenta, pero es una manera impecable de decir mucho con muy poco. Es un acto de inteligencia de mercado. Predica con el ejemplo.
Photo credit: Sean Cronin
