En el post de hoy vamos a hablar sobre la gran importancia de gestionar la creatividad colectiva como herramienta clave a la hora de liderar un equipo que va a enfrentarse a un reto con el objetivo de generar innovación.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones en este blog, la figura de un líder que gestione al grupo creativo es fundamental, dejando claro que el papel de líder no es el de mandar, sino el de saber estar a la altura de todos los participantes intentando generar un clima de empatía ideal y una buena planificación de los momentos de trabajo.
La buena colaboración en un buen ambiente será la gran causante de que fructifiquen las buenas ideas y por extensión de que llegamos al objetivo: innovar.
El líder ha de tener muy en cuenta que cada componente del grupo tiene unas inquietudes particulares y que el talento innovador estará presente si o si.
En unos, abiertamente, quizás porque sean más expresivos o lo transmitan mejor, en otros habrá de tener la destreza e intuición de saber que tienen algo en mente pero que por cualquier motivo no son capaces de exteriorizarlo.
Pueden darse muchas combinaciones, por ejemplo, con alguien que tengan gran afán protagonista y muy buenas ideas (o por contra ideas poco interesantes bajo ese afán protagonista), o con alguien que tenga un pensamiento divergente muy avanzado pero que tenga un carácter muy introvertido.
La diversidad de caracteres de los miembros del grupo no debe pasar desapercibida para el gestor del mismo, aunque no es tarea fácil. Del mismo modo, los estados de ánimo pueden variar en función del momento y lugar, por lo que estaría genial en el previo testar cómo se encuentra cada uno de ellos mediante algún pequeño ejercicio.
Muy interesante tener todos estos tips lo mejor controlados posible.
Photo credit: Arun Surendar