Los marketeros siempre estamos pensando en segmentaciones y en la búsqueda de nichos de mercado atractivos para encontrar enfoques perfectos. Este tema que traigo hoy es muy interesante. Hablemos sobre los hijos y el consumo responsable en marketing.
Para quienes pasan a ser padres, todo cambia y, por supuesto, el consumo es algo que se ve afectado si o si por varios motivos.
Uno de ellos y obvio es que la nueva personita que llega al núcleo familiar viene con muchas necesidades primarias que atender. Eso hace modificar nuestras pautas de consumo, tanto en función del bebé como de los propios padres.
Además, a futuro, esas necesidades irán variando e irán llegando otros motivos todavía más interesantes para marketing: los deseos
He aquí un punto de inflexión fundamental: en función de qué y cómo los padres hayan transmitido los valores a sus hijos, éstos actuarán de un modo u otro en el consumo.
Es decir, un consumo sostenible vendrá marcado por el aprendizaje que los niños hayan tenido en la etapa en la que empiezan a comprender que existe algo irracional llamado deseo.
Transmitir el concepto de consumo responsable es una tarea difícil para los padres. Para ello, es imprescindible empezar a trabajar con conceptos basados en la necesidad. Elementos tan básicos y trascendentales como el agua, entre otros, puede ayudarnos a inculcar un espíritu responsable hacia lo que representa el consumo.
Si es difícil de transmitir la importancia del consumo responsable en función de necesidades y elementos funcionales, imagina el nivel de dificultad para convencer a los pequeños de la importancia de los intangibles que forman parte de la conceptualización irracional de los deseos.
Ni siquiera los adultos somos capaces de tener actos racionales constantes y nos dejamos llevar por multitud de estados y decisiones irracionales basados en estímulos emocionales.
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