Vamos con un nuevo ejemplo para la serie de post dedicada a curiosidades sobre historia, origen y curiosidades de marcas que marcan: Swarovsky.
Swarovski es una firma de productos de lujo creados a partir de cristal tallado, que tiene su sede en Wattens (Austria).
La compañía fue creada en 1895 por Daniel Swarovski y genera producción para dos industrias: Swarovski Kristall diseña cristales y productos de lujo y Tyrolit Schleifmittel fabrica herramientas y maquinaria.
Daniel Swartz, que cambió posteriormente su apellido por Swarovski, era hijo de un artesano del cristal cortado y dueño de una pequeña fábrica de vidrio.
En aquél lugar Daniel empezó a trabajar como aprendiz y fue adquiriendo experiencia y habilidades sobre el arte del cristal cortado.
En el año 1892 patentó una máquina de corte eléctrico que facilitaba la producción de cristal, para tres años más tarde fundar la compañía que en sus inicios se denominó A. Kosmann, Daniel Swartz & Co. y posteriormente K.S. & Co., antes de su actual nombre.
Daniel tenía una visión muy clara y objetiva: usar cristal para crear «un diamante para todos«, aspecto que se trasladó de inmediato a todas las creaciones de la marca.
Su gama de cristales incluye esculturas, miniaturas cristalinas para joyería y alta costura, decoración casera, candelabros y rhinestones (un conocido tipo de piedra similar al diamante).
El grupo de empresas que compone Swarovski incluye a Tyrolit (fabricante del abrasivo y de las herramientas de corte), Swareflex, Signity (piedras preciosas sintéticas), Swarovski Optik (instrumentos ópticos) e Hydrostress (fabricante de maquinaria de demolición, corte y perforación de hormigón).
La compañía posee un parque temático dedicado al arte del cristal, el Swarovski Crystal World, que está situado en Wattens, Tirol (Austria).
Existen multitud de productos que elevan su status al contar con la aportación de Swarovsky.
Buena muestra de ello es este ejemplo del que ya hablamos en el blog, Bling H2O, un agua cuya botella está decorada con los famosos cristales de la firma, lo que le hace ser percibida en el mercado como un objeto de deseo.
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