Continuando con la temática del post anterior donde hablamos de la Prueba Ácida, vamos a detallar el Innovation Acid Test. En él, se definen los 7 pasos para priorizar proyectos de innovación.
Esta metodología se desarrolla en 7 pasos, y debe ejecutarse en sesiones de trabajo por los responsables de cada unidad de negocio.
7 pasos para priorizar proyectos de innovación
1. Generar una visión compartida y alineada del modelo de negocio
Para comenzar, entran en escena conceptos tan determinantes como misión, visión y valores. También el organigrama estructural y funcional que permita el desarrollo de la estrategia para alcanzar los objetivos.
2. Diseñar una visión compartida y alineada de los objetivos estratégicos
Al igual que en el paso anterior, es clave contar con este grado de cohesión. El punto de partida sea entendido por todos por los miembros decisores por igual. Sin duda, en ambos puntos el proceso de reflexión interna y el convencimiento serán fundamentales.
3. Definir las iniciativas de innovación de la organización
En este sentido, es fundamental apuntar al tipo de innovación, es decir, si es incremental, adyacente o disruptiva.
El objetivo es identificar qué problemas, ineficiencias o pains (puntos de dolor) resuelven cada una de estas iniciativas.
4. Identificar y reconocer los riesgos para la organización
Otro aspecto de enorme relevancia y no exento de dificultad. Se han de determinar los riesgos, sus tipología y niveles, de cara a poder seguir validando los siguientes pasos.
5. Asociar los riesgos definidos a los objetivos estratégicos
Este paso es determinante, ya que el foco es prever qué objetivo puede estar en peligro de no alcanzarse. Por ello es tan importante la identificación de los riesgos.
6. Establecer una visión compartida del momento
Para ello, debemos materializar los riesgos para alinear o generar las acciones correctoras. De este modo, en caso de problemas asociados que pongan en riesgo la operación o sostenibilidad de la empresa, tendremos planes de contingencia.
7. Determinar las evidencias que puedan monitorear
Finalmente, tendremos la percepción sobre cómo de cercana o lejana está la organización en cuanto a que un riesgo se pueda materializar. Las tareas de monitorización favorecen la gestión de los riesgos.
¿Cómo se monetiza esta metodología cualitativa de 7 pasos?
Hay dos elementos clave en los últimos pasos de esta metodología: los riesgos materializados y las evidencias. El primero puede cuantificarse en referencia al 100% del costo que conlleva la solución de un problema. El segundo puede clasificarse en rangos que determinan su grado de avance en una escala del 1 al 5, de menor a mayor.
Si entendemos que un riesgo puede estar formado por varias evidencias, el promedio de los diferentes grados de desarrollo de éstas se transforma en una probabilidad total de ocurrencias. Si esta probabilidad se multiplica por el riesgo materializado al 100% del coste, obtenemos el coste real actual de no atender el riesgo.
Por otro lado, si sumamos todos los riesgos asociados a cada problema, se obtiene el coste real y oculto de no llevar a cabo una iniciativa de innovación. Finalmente, si el coste / inversión / gasto de llevar a cabo la iniciativa de innovación es menor que el coste real actual y oculto de no ejecutarla, obtenemos el argumento económico para desarrollarla. Por tanto, éste será el ratio de acidez de la Prueba Ácida.
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