Este artículo de investigación se titula “Diseño de producto y packaging con criterio ecológico y sostenible”. Forma parte del Cuaderno del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación número 181 de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo (Buenos Aires, Argentina).
El actual contexto económico, inmerso en condiciones de un entorno BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible) genera una alta influencia en la conducta del consumidor. Este impacto provoca un mayor grado de conciencia acerca del mundo en el que vivimos, especialmente en las nuevas generaciones de consumidores.
Por todo ello, las marcas buscan acercarse a este comportamiento, favoreciendo que sus productos se adapten a nuevas características relacionadas con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Estas acciones derivan en una mejor propuesta comercial que apuesta por la economía circular.
En este sentido, destacan propuestas relacionadas con el diseño de producto y la forma en la que se trabaja el packaging, que es uno de los principales elementos generadores de residuos en el mundo. Sin duda, las marcas con criterio ecológico y sostenible representan una gran expectativa de presente y de futuro para la relación con los consumidores. La economía circular ha llegado para quedarse.
El ecologismo y el desarrollo sostenible adquieren cada vez más relevancia en todo el mundo
Los líderes empresariales que miran hacia el futuro están tomando nota y actuando frente a ello. En la actualidad, el panorama empresarial está marcado por el entorno BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible).
Pero entre toda la incertidumbre generada por acontecimientos recientes como la pandemia del Covid-19 o el conflicto bélico Ucrania-Rusia, destaca de forma significativa el interés por la protección del medio ambiente, la sostenibilidad y las distintas iniciativas de los gobiernos para hacer del mundo un lugar más sano y sostenible en el que vivir.
Motivos de peso como el cambio climático están acelerando diferentes medidas institucionales que poco a poco deben ir integrándose en el hábitat natural en el que convivimos. Si bien es cierto que las grandes empresas no son sostenibles por naturaleza y pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente, hay muchas acciones que pueden llevar a cabo para cambiar y adaptar su imagen y construir modelos de negocio más sostenibles.