En esta ocasión os traigo un nuevo ejemplo para la sección de productos singulares: Karma Cola, los refrescos más éticos del mundo.
Karma Cola es un producto que pertenece a la empresa neozelandesa All Good Organics.
Su gama de bebidas incluye, además de Karma Cola, otros sabores como limonada, naranjada y jengibre.
Todos sus productos se pueden encontrar en cafeterías y restaurantes de Nueva Zelanda, Australia y Gran Bretaña.
All Good Organics es una compañía que está considerada como una de las más éticas del mundo.
Con sus bebidas gaseosas orgánicas, que además cumplen con los compromisos de Fairtrade, la marca apoya a las comunidades africanas con las que trabaja a través de su fundación.
La idea de este proyecto surgió cuando sus fundadores, Matt Morrison, Simon Coley y Chris Morrison, descubrieron que en el mundo se consumen más de un millón de refrescos por minuto, pero lamentablemente quienes cultivan la nuez de cola no reciben ningún beneficio.
Karma Cola es un proyecto con propósito
A partir de ahí surge el propósito, ese concepto tan necesario en la estrategia de marketing, sobre el que te invito a consultar un post anterior titulado «El propósito de marca en la estrategia de marketing» (clic aquí para leer).
Este propósito de la marca se enfocó en crear una bebida con buen sabor, pero también con beneficios para la tierra y con beneficios para las personas que siembran y cuidan los ingredientes.
A través de Karma Cola Foundation, los agricultores de la aldea Boma, ubicada en Sierra Leona, han logrado mejorar las condiciones su comunidad.
Quizás lo más interesante de todo es que son son los propios agricultores quienes deciden qué proyectos se van a financiar, lo que demuestra la transparencia con la que se enfoca el proyecto.
Un interesante proyecto que pone de manifiesto como las marcas pueden tener una relación con la sociedad y aportar valor.
Photo credit: KC