¿Sientes que a veces te dejas llevar por los impulsos en la red? Un me gusta irracional, rápido y sin valorar o un mail que no nos hemos pensado dos veces o quizás un tuit en caliente. La impulsividad en la red puede hacernos cometer muchos errores o quizás incluso sea uno pero puede ser grave.
La red no perdona, la red registra y plasma tu pensamiento caliente en sedimento frio. Todavía nos cuesta entender esta nueva economía conectada, esta nueva relación entre personas, entre consumidores, entre marcas y todas aquellas probabilidades que se suceden con velocidad y combinaciones inusitadas.
La impulsividad en la red nos eleva a escenarios impensables justo segundos antes de que suceda. Me apasiona la inmediatez de este proceso y me apasiona pensar en la cantidad de posibilidades que pueden darse justo en el momento en el que cualquier marca vuelca cualquier mensaje.
La impulsividad en la red está fundamentada en nuestros instintos primarios
Se refuerza con lo gratuito de hacerlo y con la posibilidad de acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento. ¿Piensas que hay marcas que puedan conocer bien el proceso y puedan provocar un comportamiento determinado en el consumidor gracias a la impulsividad en la red? ¿Crees que pueden predecir nuestros movimientos como consumidores? Hay marcas que si, te lo garantizo, aunque siempre hay que dejar el beneficio de la duda al consumidor, ya que muchas veces nuestro comportamiento es impredecible pues somos poderosamente irracionales.
A simple vista parece que los contenidos que vemos en la red con un contenido racional nos resultan más perezosos que los que tienen una notable carga emocional. Es como si nuestro dedo saliera despedido a marcar «me gusta» en el momento en el que nuestra retina captura algún tipo de emoción.
Aunque pensemos saberlo todo sobre la red, tenemos tanto por descubrir!
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