Hoy os traigo un concepto de vital importancia en la relación marca/consumidor: La persuasión y su papel en la estrategia de marketing.
Entendemos por persuasión aquella influencia social basada en las creencias, las actitudes, las intenciones, las motivaciones y los comportamientos.
Se trata de un proceso enfocado a cambiar la actitud o el comportamiento de una persona o un grupo de personas sobre algún evento, idea, objeto o persona.
Su objetivo es guiar hacia la adopción de una idea, actitud, o la acción mediante significados racionales y simbólicos, aunque no siempre lógicos, para traer que alguien adopte una manera de pensar o de actuar.
Para que la persuasión de sus frutos hemos de tener muy claro un concepto: basarnos en las expectativas de las otras personas, no en las nuestras.
Para persuadir de forma efectiva y que el concepto forme parte fundamental de la estrategia de marketing de nuestra marca, es imprescindible cumplir algunos requisitos:
- Proclamar resultados inmediatos y tangibles, aunque breves, pero resultados al fin y al cabo
- Integrar la solución hacia el grupo, aunque individualmente se puedan ver matices para convencer
- Ir más allá de lo que el público necesita y alcanzar aquello que pueden llegar a desear
- Conocer y entender a la perfección el resto de oferta competitiva de nuestro mercado
- Focalizar de forma perfecta, ir al grano, optimizando aquello que queremos comunicar
La persuasión alcanza la categoría de arte, pues creo que no existe nada más difícil en el mundo que convencer a alguien de algo y, más todavía, conseguir que alguien cambie de opinión.
Existen muchas formas de persuadir, pero sin duda aquella que cuente con el mayor número de uso de nuestros sentidos tendrá mayores posibilidades de convencer.
No es nada fácil, pero si una estrategia de marketing no contempla la manera de persuadir seguramente no llegará demasiado lejos.
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