Las emociones son eternamente jóvenes

Es algo innato. Las emociones son eternamente jóvenes. Las emociones no envejecen, no pasan los años por ellas, sino que son ellas las que pasan por cada paso de la historia de la humanidad.

Las emociones son un elemento intrínseco del ser humano. Alma, corazón y mente generan un triángulo mágico donde las emociones circulan y determinan acciones.

Por este motivo trabajar el concepto del branding emocional es tan exquisito, tan provocador, tan valioso. Como personas nos gusta relacionarnos con otras personas y también con las marcas. Al fin y al cabo una marca recopila momentos de personas que trabajan para ella.

Personas, como hemos hablado otras veces en este blog. Si las personas son la clave de todo, queda demostrado que las emociones funcionan.

Las emociones se pueden vestir con varios trajes, llámense esperanza, nostalgia, miedo, alegría, felicidad, conciencia, ilusión. O aquello que quieras añadir que sea capaz de generar sensaciones a través de cómo lo percibimos, originando finalmente una emoción.

Ecosistema de las emociones
Ecosistema de las emociones

Vivimos una época llena de incertidumbre, indefinición y sorpresas constantes

Por ello, las marcas que apuestan por establecer y consolidar esa relación emocional con los consumidores están obteniendo una mejor percepción por parte del público.

Las emociones generan impactos directos en nuestros hábitos y en nuestras conductas de compra. Las marcas que plantean su comunicación como una relación, en lugar de como un mandato, son las que mayor partido sacan a los sentimientos de los consumidores, provocando su visto bueno, su prescripción, su satisfacción.

A veces innovar es tan fácil como generar un cambio de dirección en este sentido, a veces encontrar la diferenciación como marca en un sector determinado ocurre cuando se sabe implementar el concepto de la relación emocional con el target deseado.

Por eso a las personas nos gustan tanto las historias, porque son ellas las que nos permiten navegar con nuestra imaginación, descubrir sensaciones, percibir escenarios idealizados, para en definitiva desembocar en algún estado emocional que puede ser determinante.

Photo credit: luclatulipple

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