Las leyendas urbanas en el marketing han venido sucediéndose a lo largo de la historia de esta disciplina.
Una leyenda urbana es un tipo de creencia popular a la que incluso en ocasiones se le asocia con algún tipo de superstición. A pesar de presentar evidentes elementos de carácter inverosímil, una leyenda urbana se interpreta como un hecho real ocurrido en algún momento.
Pueden estar originadas a partir de hechos reales que se exageran, se distorsionan o se combinan con otros sucesos ficticios. Esto hace que se viralicen con fuerza, sobre todo en la actualidad con las posibilidades que aportan todos los canales digitales.
Un leyenda urbana puede llegar a alcanzar muchas versiones. Además, conforme va extendiéndose aparte de tener variaciones va sufriendo exageraciones. Ya sabes como somos los humanos.
Existen leyendas urbanas que pueden hacer daño a las marcas
¿Quién no recuerda haber escuchado o leído algo referente a algún elemento indeseable encontrado en alguna comida o bebida conocida?
El impacto que esto genera hacia la imagen de la marca en cuestión es considerable, sobre todo porque somos víctimas de nuestra irracionalidad y nos dejamos llevar por hechos no contrastados en muchas ocasiones.
Todo esto que estamos comentando está muy relacionado con lo que escribí en este post anterior y que te recomiendo leer como complemento: Por qué lo negativo se impone a lo positivo en comunicación.
La irracionalidad en nuestro comportamiento de la que hablaba antes es determinante para que tomemos la decisión de compartir cualquier tipo de leyenda urbana, además de introducirle alguna modificación (bien fruto de nuestra particular interpretación o bien fruto de un pensamiento malintencionado), además de aplicar la exageración.
El reto para una marca, aparte de no verse envuelta por ninguna leyenda urbana es poder generar alguna que pueda aportarle aspectos positivos.
¿Conoces alguna leyenda urbana que cumpla este requisito?
Photo credit: Frank Mertens
