Los libros como nutriente para nuestro cerebro

Hoy quiero hablaros de un elemento fundamental en mi vida diaria, algo que me apasiona tanto para mi vertiente personal como para mi vertiente profesional: Los libros como nutriente para nuestro cerebro.

Los libros son historias y cada libro merece ser leído. Cada libro incluye parte de la vida personal de su escritor. Estoy siendo totalmente benévolo, pues todos sabemos que hay algún libro que no ha cubierto nuestras expectativas.

Cada página, cada párrafo, cada palabra puede tener el don de hacer pensar y a través de ahí podemos generar algo tan valioso como las ideas.

Los libros son compañeros perfectos. ¿Deben ser físicos o mejor digitales? Cada formato tiene sus ventajas e inconvenientes. A mi me gustan ambos, pero ese componente romántico de un libro físico que podemos encontrar en otros espacios mágicos como una librería o una biblioteca me parece maravilloso.

Los libros como nutriente para nuestro cerebro
Los libros como nutriente para nuestro cerebro

Todavía recuerdo las sensaciones que sentí cuando leí y acabé mi primer libro

Me sentía especial, maravillado, hambriento de coger el siguiente. Ahí ocurrió algo especial: las expectativas estaban disparadas. El siguiente libro debía, al menos, igualar la experiencia vivida en el primero. Interesante reflexión.

Las historias de un libro nos atrapan. Su idiosincrasia en cuanto a lo sensorial (vista, tacto, incluso olfato) hace que nuestra maquinaria imaginativa se dispare. ¿No es maravilloso que leyendo el mismo libro diferentes personas puedan sentir percepciones y sensaciones distintas?

Regresando a nuestras etapas iniciales de lectura, cuando eres niñ@ esa imaginación todavía se incrementa mas. Leer, sobre todo en edades tempranas, nos hace creer que por un momento el mundo de fantasía se hace realidad.

Hay se crean imágenes internas tremendamente intensas para nuestro álbum de recuerdos. También, habrán personajes que nos marquen, que de alguna forma no dejen de pertenecer a nuestra vida al haber marcado fuertemente momentos especiales.

Leer es un acto romántico para con nosotros mismos.

Photo credit: Marco Messina

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