Quinto post de la nueva serie dedicada a escenarios de gestión de marca: logo versus no logo.
Esta serie está inspirada en un interesante informe de Comuniza sobre tendencias en branding, con nuevas miradas para transformar las marcas que escribirán el futuro.
Puedes descargar este informe en formato PDF clicando aquí.
Ya hace mucho tiempo que escribí un post sobre la antítesis del branding (clic aquí para leer).
Las marcas que han sido capaces de crear en su trayectoria un fuerte sistema y código visual tienen la oportunidad de sorprender.
Sin duda, poder prescindir ocasionalmente del «logotipo» y que en su lugar sean otros elementos los que jueguen la partida es algo solo al alcance de pocas.
Estas marcas pueden abrir un nuevo e interesante debate: conforme la parametrización crezca, ¿cuál será el espacio y el rol destinado al «logotipo»?
Escenarios de gestión de marca: logo versus no logo
La conocida marca de snacks Doritos lanzó un anti-ad, sin nombre ni «logotipo».
Únicamente mantuvo la paleta de colores de su identidad visual y su icono triangular.
Este tipo de estrategia, no exento de riesgo, pone en valor la capacidad de una marca de ser reconocida.
Sin duda, la manera es ingeniosa, presentando la marca sin nombrarla gracias a un sistema gráfico que actúa como lenguaje propio.
Por su parte, Fox y sus formas geométricas permiten deconstruir y reconstruir su identidad gráfica.
Para ello se han generado numerosas piezas que se pueden montar gracias a una infinita gama de posibilidades gráficas.
Esta variante del branding pone a prueba la capacidad de influencia de una marca, ya que si es bien identificada se logra reforzar el vínculo emocional con el fan.
Photo credit: Doritos