Décima y última entrada de la nueva serie de posts en la que exponemos 10 poderosas fórmulas que cambiarán tu forma de pensar. En esta ocasión, otra propuesta contundente: Los resultados llegan con compromiso y paciencia.
Esperar resultados confiando en factores externos se llama lotería. Y ya sabes lo difícil que es ganar en la lotería. Puede ocurrir, es tan solo una probabilidad, pero su componente reactivo y pasivo hacen de esta opción algo inviable.
Por contra, esperar resultados confiando en factores internos se llama compromiso. Esta actitud está muy alineada con otro aspecto fundamental que llamamos paciencia. Si trabajamos bien, si seguimos un propósito, si vencemos la procrastinación y focalizamos en una meta, los resultados llegarán. Pero es necesario tener paciencia.
La paciencia, claro está, provoca de forma natural impaciencia. Aún más en la era de la inmediatez que vivimos en la actualidad. Por ello, cuando sufras de impaciencia evalúa si estás haciendo lo correcto desde el punto de vista de los factores internos. Piensa si lo estás dando todo y si estás bien enfocado.
Los resultados llegan con compromiso y paciencia
El compromiso es una regla fundamental que nunca falla. Pero cuenta con un hándicap importante. comprometerte contigo mismo es muy difícil. Nadie, más que tu mismo, te obliga a nada. Por tanto. necesitas una dosis extra de voluntad, de actitud, de creencia o fe.
Define y persigue ese propósito que te haga sentir bien, que te ayude a aportar valor más allá de ti mismo y se consciente de ello. Contar con este tipo de estímulo es vital para alcanzar el objetivo que te hayas marcado. Recuerda, compromiso y paciencia son una forma indisoluble que, si se sigue al pie de la letra, te llevará a un buen puerto.
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