Continuamos con la serie de post dedicada a las falacias en el marketing: falacia por asociación y ad ignorantiam.
En esta ocasión, vamos con dos nuevos tipos de falacias informales:
Falacia por asociación
Se trata de un tipo de falacia lógica que apunta a que las cualidades de uno son cualidades intrínsecas de otro simplemente por asociación.
Las falacias por asociación representan un caso especial de ignoratio elenchi o refutación ignorante, ya que el argumento de réplica no tiene que ver con el asunto tratado, sino que el asunto es deliberadamente modificado para divergir en un tema mejor defendible.
Ejemplo aplicado al marketing: «Este canal de televisión de esta cadena no sirve para nada. Es seguro que ningún otro canal de esta cadena sirve para nada».
Ad ignorantiam
También denominado argumento dirigido a la ignorancia, es una falacia que afirma que una premisa es verdadera solo porque no ha sido probada como falsa o que la premisa es falsa porque no ha sido probada como verdadera.
Esta falacia provoca que si uno, es decir, de forma subjetiva o debido a nuestro propio conocimiento encuentra una premisa increíble o poco probable, la premisa puede ser asumida como no verdadera o de forma alternativa que otra premisa más conocida o preferida, aunque no probada, es la verdadera o la más probable.
Este planteamiento provoca la subjetividad del estado de verdad o falsedad de las cosas al propio conocimiento o familiaridad del individuo con estas, algo que lógicamente es erróneo.
Ejemplo aplicado al marketing: «La buena suerte existe, pues nadie ha podido demostrar lo contrario».
Otra alternativa a este ejemplo sería la versión opuesta «La mala suerte existe, pues nadie ha podido demostrar lo contrario».
Como se puede comprobar, el alto componente de subjetividad es más que protagonista en la falacia Ad ignorantiam.
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