Siguiendo con esta serie de post, hoy es turno de las falacias en el marketing: generalización apresurada, muestra sesgada y falacia del centro de atención.
Este y los dos post siguientes van a formar un total de 9 variantes de lo que denominamos falacias por generalización de inducción errónea.
En lógica, llamamos inducción a un tipo de razonamiento que se dirige desde lo particular a lo general o bien a un tipo de razonamiento con el que obtenemos conclusiones tan solo probables.
Veamos los 3 primeros casos de falacias por generalización de inducción errónea:
Generalización apresurada
Ejemplo aplicado al marketing: «Me gusta mucho este producto de esta marca, por tanto me gustarán también el resto de productos de la marca». Como puedes observar, el resto de productos en realidad no tienen por qué gustarnos.
Muestra sesgada
Ejemplo aplicado al marketing: «A todo el mundo le ha gustado la campaña publicitaria planteada». Simplemente, habrá que considerar a quien se refiere cuando hablamos de «todo el mundo», si de verdad son relevantes y ver con quién no se ha contado.
Falacia del centro de atención
Es aquella que sucede cuando alguien sin criterio asume que todos los miembros de un cierto grupo, clase o tipo son como esos pocos en el punto de mira, que reciben la mayor atención por parte de los medios.
Ejemplo aplicado al marketing: «Si los medios hablan de algún individuo que ha tenido algún comportamiento diferencial, no significa que todos los individuos de la comunidad tengan ese comportamiento».
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