Del marketing líquido al marketing gaseoso

En la pasada edición de Hoy es Marketing Valencia, escuché una frase que me llamó poderosamente la atención: Del marketing líquido al marketing gaseoso.

La citó Amaia Lascurain, Marketing Manager en Disneymedia+, en su ponencia dentro del bloque dedicado al consumidor como centro de las decisiones empresariales y la nueva gestión de las marcas.

Amaia citaba el nuevo escenario al que se enfrenta el marketing actual, indicando que los puntos de contacto con el consumidor se incrementan día tras día. Todo ello me ha servido para reflexionar.

En una marca tan emocional y emocionante como Disney, preparar contenidos de calidad y lanzar mensajes que impacten es vital para seducir al público. Además, las historias producidas y narradas han de mantener una clara coherencia en todas las plataformas donde son expresadas.

Del marketing líquido al marketing gaseoso
Del marketing líquido al marketing gaseoso

El marketing líquido está referido a las propiedades que nos proporciona Internet

La red permite adaptar el contenido a cualquier escenario para formar parte de nuestra cotidianidad. En cada lugar, en cada momento.

Para alcanzar las propiedades de un contenido líquido es fundamental conocer perfectamente a nuestro target: cuáles son sus canales favoritos, qué le motiva, cómo se expresa, cómo decide y recomienda, cómo comparte.

Hay que facilitarle las cosas para que nuestras estrategias funcionen. No es fácil sintetizar a veces, pero es necesario intentarlo para evitar que el consumidor se disperse hacia otras acciones que no deseamos como marcas.

En esta época de cambio de paradigma, el consumidor hace que las marcas redefinan las reglas del juego. Espera más de ellas, posee hambre de novedades, sabe que hay múltiples opciones para conocer y probar. Es aquí cuando el concepto marketing gaseoso alcanza su sentido.

Marcas que piensan en lo personal, en un propósito concreto, en ser próximas y adaptables. Pero sobre todo, que hacen sentir protagonista a quien pide a gritos serlo: el consumidor. Todo esto ha de ser verdadero, pues ese es el valor que la marca va a adquirir.

Me quedo con estas conclusiones de la ponencia de Amaia: El marketing gaseoso va directamente al cliente, entra por sus poros, forma parte de su vida y provoca que sea placentero consumir el producto. Sea cual sea ese producto, siempre debe emocionar.

Photo credit: Paco Lorente

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