Continuamos con la serie de post dedicada a las falacias en el marketing: pensamiento de grupo y eludir la carga de prueba.
En esta ocasión, vamos con dos nuevos tipos de falacias informales:
Pensamiento de grupo
Ocurre cuando una persona usa su orgullo de pertenencia a un grupo como razón para apoyar la política del mismo. Si el grupo piensa algo concreto, entonces ese algo es suficientemente bueno para mi.
El patriotismo es, por ejemplo, una versión fuerte de esta falacia de pensamiento de grupo.
Ejemplo aplicado al marketing:
«El idioma autóctono de mi región es el X, lo que justifica que lo usemos para definir toda la comunicación de enfoque turístico para hacer valer nuestro origen, nuestra historia y nuestro legado. Todos los formatos de comunicación deben de estar en el idioma regional».
Aunque está muy bien defender nuestras raíces, en este caso no se justifica la imposición de su uso, ya que si el enfoque es turístico se requiere de apertura y entendimiento y no todo lo contrario, lo que provocará dificultad de entendimiento entre nativos y turistas, e incluso desde el inicio se pondrán trabas para elegir el destino por esa falta de entendimiento.
Falacia de eludir la carga de prueba
Consiste en asumir que algo es verdadero o falso solo por el hecho de no aportar razones que fundamenten la conclusión (silencio), en negarse o en pretender que las aporte el contrario.
Ejemplo aplicado al marketing:
«Sobre que nuestro servicio no es competitivo no quiero saber nada. El servicio tiene esas características y eso es innegociable. No debemos dejarnos manipular, la presión no puede condicionarnos».
Como se puede comprobar, en este caso el aporte de razones que justifiquen las características del servicio es inexistente.
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