Hoy os traigo un curioso ejemplo para la sección de productos singulares: Memory Clock, el reloj de pared que almacena recuerdos.
Esta curiosa propuesta está fundamentada en un reloj de pared que almacena fotografías digitales, al tiempo que muestra aquellas que se tomaron un año atrás.
Tiene utilidades como por ejemplo el poder hacer una foto desde tu smartphone y cambiar la que se está mostrando en ese momento por la que acabas de hacer.
Imagina que estás celebrando el día de tu cumpleaños y puedas mostrar tus fotos del año pasado soplando las velas de manera automática.
Memory Clock puede proporcionar momentos muy emocionales basados en recuerdos pasados que se pueden contrastar con momentos presentes.
Sin duda, un dispositivo que puede aportar sorpresas inesperadas en momentos especiales. A partir de ahí, la creatividad manda.
Estaríamos hablando de una especie de combinación, hablando en términos de marketing lateral, en la que el reloj añade esta divertida y emocionante función.
Memory Clock, el reloj de pared que almacena recuerdos
Este producto puede ser una interesante opción de regalo por sus inusuales características.
Su equilibrio funcional y emocional está perfectamente definido. En cuanto a la funcional, hace la función básica horaria como reloj.
En cuanto a lo emocional, ya hemos comentado las posibilidades que aporta rescatando recuerdos en momentos concretos.
Como ya hemos hablado en otras ocasiones en este blog, jugar con los estados temporales en marketing produce sensaciones de alto impacto.
Eso sí, siempre y cuando estén trabajadas con coherencia y sobre todo con un criterio bien definido.
Otro buen ejemplo de cómo la tecnología forma parte, cada vez de manera mas intensa, de nuestras vidas.
Por cierto, me gusta mucho su slogan «Keeping time, keeping memories».
Photo credit: MC