Arrancamos una mini serie de tres post en la que vamos a hablar sobre los modos fundamentales de persuasión de Aristóteles: Logos.
El objetivo de esta serie es proyectar lo interesante de estos tres conceptos hacia la marca, a la hora de poder construir historias impactantes.
Os refresco la importancia de crear y difundir un storytelling para una marca (clic aquí para leer).
El concepto «logos» está relacionado con todo aquello que tiene que ver con los argumentos racionales que expone el narrador (en este caso, la marca).
Digamos que es lo que permite a la audiencia (público objetivo) poder entender el mensaje que se le pretende transmitir.
Por supuesto, tiene que ver mucho con la parte funcional, es decir, donde se muestra la utilidad de la propuesta de marca.
Modos fundamentales de persuasión de Aristóteles: Logos
Es la parte de la historia que se ajusta al tema central y al propio mensaje del discurso, por tanto está vinculado estrechamente a la dialéctica.
Para ello, se utilizan argumentos lógicos que estén fundamentados en evidencias sólidas.
La clave es apelar a la razón y a la inteligencia de la audiencia (público objetivo), para posteriormente buscar el equilibrio entre lo analítico y lo emocional (lo veremos con Ethos).
En resumen, sería la parte razonada de la exposición de la historia.
En muchos casos, a la hora de construir historias, pecamos de irnos demasiado a la parte racional o, por el contrario, a la parte emocional.
Si construimos un storytelling que tenga un mayor peso fundamentado en el modo de persuasión «logos», posteriormente deberemos de profundizar en aspectos emocionales.
Es una estrategia, como cualquier otra, pero en este caso la funcionalidad basada en los aportes reales de una marca necesitará a largo plazo que la propia marca proyecte estados emocionales.
El por qué es muy claro: las relaciones duraderas precisan de emociones.
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