Nada permanece inmutable, solo el cambio. Es una frase que me encanta y que descubrí en Medellín (Colombia) el pasado mes de octubre en mi segunda visita a la ciudad.
Una frase muy aristotélica, muy actual, muy cierta y, sobre todo, tremendamente compuesta mediante pensamiento lateral.
¿Qué tiene de magia la frase? Que la lees y debes volver a leerla porque atrapa tu atención, captura tu pensamiento, impacta en tu memoria y seduce en tus sentidos.
En marketing y comunicación, atrapar la atención del usuario o consumidor en una sola frase es tremendamente complicado. El pensamiento lateral nos ayuda a crearlas y a aplicarlas con éxito. Una vez más queda demostrado que la creatividad es la base de la innovación.
En un mundo saturado de mensajes, este tipo de lema causa sensaciones, causa percepciones y genera recuerdo.
Nada permanece inmutable, solo el cambio
Lo empecé a entender cuando vi caer las torres gemelas. Algo inmutable hasta ese día en el que el mundo que yo conocía empezó a cambiar severamente. Desde entonces nunca olvido que no hay nada inmutable.
Ser un agente del cambio está en nuestra mano, hoy más que nunca tenemos todos y cada uno de nosotros la gran oportunidad de nuestras vidas para generar cosas nuevas, crear desde la nada, provocar que la historia cambie.
Podemos seguir las directrices establecidas, las conocidas, las que todos en masa seguimos en algún momento. Pero también podemos valorar el cuestionarnos si merece la pena intentar lo diferente y, sobre todo, arrastrar con nosotros a otros a que nos acompañen y crear un camino nuevo e inspirador.
Solo el cambio. El cambio es inmutable por su propia esencia, porque el cambio es cambio. Me encanta provocar el cambio, ya lo sabes. Y no pararé nunca de hacerlo.
¿Me acompañas?
