Hoy os traigo un tema relacionado con el branding que nos planteamos en muchas ocasiones a la hora de dar nombre a la marca. El dilema es si el creamos el naming de marca en castellano o en inglés.
Antes de continuar, te puede interesar este post anterior: Qué es el naming. Utilizar una nomenclatura para definir el nombre de la marca diferente al de su idioma nativo se denomina foreign branding.
Desde hace unos años, la terminología anglosajona ha tenido una influencia tremenda en el ámbito del marketing y el branding, como puedes comprobar precisamente con estos dos conceptos que acabamos de citar.
Parece que en algunas ocasiones, usar conceptos en inglés da una mayor percepción hacia lo cool o sofisticado y puede que estemos en lo cierto. Pero en otras ocasiones no se justifica el uso de dichos términos.
¿Cuándo usar terminología en castellano o en inglés para un naming de marca?
Seguramente el sentido común, que es el menos común de los sentidos, nos pueda ayudar.
Como en cualquier proceso relacionado con el marketing, lo primero sería realizar un adecuado análisis de situación, lo que nos lleva a determinar de forma fiable el entorno en el que se va a proyectar la marca, el público objetivo al que va a enfocarse, los competidores que se va a encontrar en el mercado en cuestión, etc.
Dada esta información clave, diagnosticaremos la idoneidad de una expresión en castellano o en inglés (sin olvidar cualquier otro idioma, ya que he elegido en este caso el inglés al ser muy común la situación que se plantea).
Pensemos si nuestro mensaje ha de seducir a un público especializado en algún segmento en el que la terminología tenga predominancia por uno u otro idioma, si los conceptos que conviven con dicho segmento tienen características u orígenes en otro idioma y, sobre todo, si estamos en contexto.
Para finalizar, recordarte este otro post anterior sobre la importancia estratégica del contexto.
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