Infagando curiosidades por la red, he topado con motivos de unicidad (esos que tanto me atraen), en este caso sobre naming insólito: los nombres más largos del mundo.
En un post de Miguel Yáñez (Las marcas y el buen nombre) descubrí uno de los nombres más largos del mundo. Se trata de nada más y nada menos que de un pueblo de Gales, con 58 caracteres:
Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch
El lugar es frecuentado por la curiosidad de la gente (ya sabes, si algo somos los seres humanos es curiosos). Como molaría tener la foto en el lugar y con el cartel que indica su nombre. Puro ego. Menudo reclamo del destino turístico. Pura irracionalidad. Incluso el nombre es probablemente más atractivo que el propio lugar.
No te pierdas este video en el que el hombre del tiempo lo dice sin dudar y de carrerilla:
Tras descubrir esto, he ido de inmediato a Wikipedia para consultar si era el nombre más largo del mundo y… oh sorpresa! Si bien es el topónimo más largo del Reino Unido, es tan solo el tercero más largo del mundo.
Por delante de este naming insólito, estas otras dos perlas:
- Krungthepmahanakhon Amonrattanakosin Mahintharayutthaya Mahadilokphop Noppharatratchathaniburirom Udomratchaniwetmahasathan Amonphimanawatansathit Sakkathattiyawitsanukamprasit (169 caracteres, aunque no posee el Record Guiness al estar en desuso)
- Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukakapikimaungahoronukupokaiwhenuakitanatahu (85 letras), Nueva Zelanda
En España tenemos este otro: Azpilicuetagaraycosaroyarenberecolarrea (39 caracteres), en Navarra.
Si quieres saber más sobre todo esto, te recomiendo estos dos artículos:
Me ha encantado esta frase del post de Miguel Yáñez: «Porque un nombre es un contenedor de significados, un evocador de promesas, un proyector de ilusiones, un generador de asociaciones».
Cuanta razón. Llamar a la acción desde el nombre nos hace ver el poder de una marca, la sugestión que nos provoca y todo lo que viene tras ello. Es el detonante de una cadena de sucesos que nos hace pensar a posteriori en por qué hemos elegido ese lugar en vez de otro, qué le hace diferente y el alto componente irracional que ello conlleva.
Photo credit: losapuntesdelviajero
