Sexta y última entrada de la serie de posts enfocada en 6 patrones de consumo para ideas de negocio. Tras el quinto de ellos, la aceleración, es turno de la redirección.
Concepto de redirección
Redirigir hace referencia a la acción que se realiza cuando desviamos la dirección de algo. Es, por tanto, el hecho de cambiar el destino al que se dirigía una cosa.
Aplicado a este ámbito de los patrones de consumo, podríamos decir que la redirección apunta a dar más protagonismo a la experiencia de cliente que a los propios productos o servicios.
Todo comienza por generar nuevas expectativas en los consumidores
Para lograr ir más allá de lo que representa un producto o servicio, la clave es la generación de expectativas. Por supuesto, posteriormente hay que valorar esas expectativas para estar al menos alineado a ellas. Nada es más peligroso que generar expectativas y luego no cumplirlas.
Hay parte del público que busca experiencias nuevas que se convierte en inolvidables. Se enmarcan aquí aquellos consumidores que, más que adquirir productos o servicios nuevos, persiguen vivencias que les aporten recuerdos nuevos.
La generación de experiencias es todo un reto
Cada producto o servicio requiere de un planteamiento estratégico concreto, dado que las variables en juego serán diferentes en cada caso. No existen planteamiento genéricos, máxime cuando es muy posible que la personalización pueda entrar en juego.
Algunos ejemplos que podemos citar en cuanto a la generación de experiencias para los consumidores son el uso de dinámicas de gamificación, crear propuestas individualizadas o hacer sentir protagonista a un consumidor que así lo desea.
A lo largo de esta serie de posts hemos visto 6 planteamientos diferentes, aunque en algunos de ellos veamos ciertas coincidencias. La idea es que dado este escenario de oportunidades, podamos decantarnos por algún tipo de estrategia que nos aporte la diferenciación.
Photo credit: Karolina Grabowska