El día a día nos come. La hiperactividad, acumulación de tareas, enfoques, pensamientos, … Se nos hace muy complicado ejecutar cambios necesarios en nuestras vidas, personales y profesionales. Nuestro ritmo es muy intenso hoy y por eso para mi adquiere mucha importancia esto: pequeños cambios, grandes acciones.
Quizás la perfección esté en los pequeños cambios, porque independientemente del tamaño siempre hay que tomar decisiones y quizás estas pasen por acostumbrarnos a dar pequeños pasos hacia un objetivo claro.
La magia de los pequeños cambios es evidente y nos proyecta hacia una mejora constante, permite que nos acostumbremos a tomar decisiones que de otra manera iríamos postergando y cuando entras en esta dinámica te das cuenta de que funciona y es necesaria.
Pequeños cambios, grandes acciones
Es mucho mejor dar pequeños pasos y generar esos pequeños cambios que esperar, meditar, pensar y atreverte a dar pasos mucho mayores de una tacada.
Claro que no siempre es posible y todo cuesta mucho. Pero insisto en que los pequeños cambios te aportan una visión de la vida muy diferente.
Para darlos, te recomiendo pequeñas acciones cotidianas que van entrenando tu mente para dar el paso, por pequeño que sea, uno tras otro. Pueden parecerte una tontería, pero te aseguro que funcionan, pues cambian de forma notable pero suave tus percepciones acerca de lo que te rodea y, por ende, tus sensaciones.
Prueba alguna de estas pequeñas tonterías:
- Lanza una sonrisa a la primera persona con la que te encuentres por la calle
- Da una conversación fresca y divertida a alguien con quien subas o bajes en un ascensor (por favor, no le hables de si hace calor o frío…)
- Cambia de acera en tu recorrido habitual al trabajo, a la compra o a cualquier lugar recurrente al que debas ir
- Pasa un día sin tocar tu smatphone (duele, eh?)
- Piensa por hoy que no tienes coche y búscate la vida para ir a un sitio u otro
- Si hablas mucho, prueba a escuchar durante un día
- ¿Escuchas música clásica habitualmente? Intenta hacerlo un solo día
Cuantas más de ellas pruebes, más preparado estarás para ir tomando otro tipo de pequeñas decisiones y generar así pequeños cambios. Se trata de entrenarse. Recuerda que nada permanece inmutable, solo el cambio.
¿Me contarás después cómo te ha ido?
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