Tercera entrada de la serie dedicada al concepto performance branding (3), conexión de marca y marketing de rendimiento.
Vamos a refrescar la conclusión del post anterior en cuanto a la composición de este concepto. Una forma familiar de definirlo sería la generación de valor de marca frente a la inversión en medios en todos los canales digitales. El objetivo es diseñar una experiencia unificada en todos los puntos de contacto con el cliente.
Ambas actividades, tanto rendimiento como marca, se desarrollan vía creación de contenido. En este sentido, el rol de la creatividad es determinante. Seguramente, de ella dependa los KPI comerciales y los datos de la audiencia logrados. El planteamiento se sostiene en incorporar el conocimiento de la marca y el compromiso junto con la adquisición o retención directa del marketing de resultados.
Algunos ejemplos orientados al performance branding
Como sabemos, Nike utiliza como lema (de tipo imperativo) «Just Do It» como plataforma de marca para lanzar diferentes servicios digitales y aplicaciones móviles. En todas ellas, mantiene intacta la identidad de la marca y busca la conversión.
Por otro lado, Apple actúa de forma similar, proyectando servicios de almacenamiento de iCloud, o suscripciones a Apple Music, entre otros. De igual forma, en todos los casos la identidad de marca se mantiene con mucho protagonismo.
En resumen, cuando marca y marketing de rendimiento se alinean, la marca es capaz de lograr una creatividad más productiva. Además, logra proyectar consistencia de marca, maximizando el impacto gracias a una orientación optimizada y un feedback más cualitativo de las acciones.
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