Sexto y último post de la serie dedicada a la persuasión en el marketing: escasez.
Antes de comenzar, os refresco un par de post dedicados a esta genial variable aplicada al ámbito marketero: aquí y aquí.
Existe una sensación en los consumidores (y en los seres humanos en general) sobre el sentimiento de competir constantemente por ciertos recursos escasos, sobre todo cuando se trata de ciertas novedades, ofertas, promociones, etc.
La escasez posee una influencia sublime en nuestra conducta motivacional. Ocurre incluso en situaciones personales, cuando por ejemplo sentimos celos de nuestra pareja cuando ésta conversa con otras personas, o con nuestros amigos cuando les vemos reír y pasarlo bien con otros o cuando alguien en un comercio de confianza que nos trata siempre genial está atendiendo a otra persona igualmente bien.
Todo esto forma parte de nuestro comportamiento y la sensación de escasez, sin ser conscientes de ella, juega un papel determinante en nuestros actos y conductas
En el marketing digital podemos ver innumerables ejemplos de comunicación persuasiva. Por ejemplo, cuando vamos a reservar un billete de avión, una habitación en algún hotel, una mesa en un restaurante u otras situaciones ya habituales y cotidianas en las que constantemente vemos como curiosamente las unidades disponibles escasean.
En este tipo de conducta, aparece otro estado emocional del que también hemos hablado anteriormente en el blog: el miedo (leer El marketing del miedo).
Me encanta esta frase, que no puede resumir mejor cómo nos comportamos y qué sentimos ante este tipo de situaciones: el miedo de perder es más fuerte que el deseo de ganar.
Además, todo se puede potenciar aún más si cabe: la inmediatez o sensación de urgencia es capaz de potenciar la influencia de lo escaso. También, otro complemento perfecto del que hablamos en un post anterior de esta serie de 6: la prueba social o presión de grupo.
Espero que toda esta serie te pueda servir de ayuda.
Photo credit: Marco Sebold