Hoy os traigo un nuevo ejemplo de cómo generar sentido de pertenencia con una marca ciudad: Eindhoven.
La ciudad de la energía y la tecnología. Así podríamos denominar a Eindhoven, la ciudad holandesa que es sede de potentes empresas como Philips o DAF, además de NXP Semiconductores, ASML, Toolex, Simac, Neways o Atos Origin.
Con una ubicación estratégica en las elevaciones arenosas que existen entre los canales de los ríos Dommel, Gender y Tongelreep, Eindhoven es la quinta ciudad más grande de Holanda.
Eindhoven tiene un objetivo muy claro y definido, que es ser en 2020 una de las diez regiones más innovadoras del mundo, de ahí que su marca ciudad juegue un papel determinante.
La Agencia de Diseño Virtual, colectivo cooperativo formado por diversos expertos y empresas de diferentes campos, fue la encargada del desarrollo del proyecto y su propuesta estratégica.
La identidad visual de Eindhoven me parece espectacular. Es sencilla y está enfocada al componente de energía y tecnología, dejándolo patente en una exclusiva y descriptiva tipografía bajo el concepto «menos es más«.
Energía, tecnología, innovación, dinamismo. Así se refleja en la marca desde su inicial, la letra «E», que actúa como isotipo haciendo alusión por un lado al efecto bandera (basándose en el color rojo) y por otro a tres rayos de energía con tres trazos que dan un juego tremendo para ser aplicados en diferentes formatos gráficos.
El imagotipo se completa con el logotipo que representa al nombre de la ciudad, por supuesto con una tipografía única que muestra curiosos detalles que están en sintonía con la personalidad definida en la letra «E».
La ciudad posee una herramienta potentísima con esta marca ciudad para transmitir fielmente a su público interno ese carácter enérgico, tecnológico, innovador y dinámico, lo que sin duda terminará generando un fuerte sentido de pertenencia en sus ciudadanos, que a su vez será determinante para que ese core se proyecte adecuadamente al público externo.
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