Hoy hablamos de un concepto que sigue ganando presencia en nuestra conducta humana. Se trata del Phubbing, la puerta los micromomentos que rompe relaciones físicas. Todo llega de la mano de ese compañero digital del que no nos separamos, nuestro móvil, que nos invita a visitar constantemente nuestra otra vida, la digital.
No tienes más que observar a la gente en cualquier situación cotidiana. Pero sobre todo en los más jóvenes. Todos hemos hablado alguna vez de la tristeza que produce ver a un grupo de adolescentes en la calle, cada uno con su móvil, ignorándose entre sí. O, lo que es peor, incluso interactuando entre ellos a través del móvil estando juntos físicamente. Es un nuevo escenario que tenemos que intentar interpretar.
Pero vamos a quedarnos con el detalle. La interrupción generada conocida como phubbing (en inglés phone, teléfono, y snubbing, despreciar). Esa conducta, la de ignorar o despreciar a quien tienes delante a causa de la interrupción digital, es un problema en muchos casos.

Phubbing, la puerta los micromomentos que rompe relaciones físicas
Es curioso que, pese a dar la sensación de ser un hábito inofensivo, estudios recientes demuestran que es el detonante de problemas en las relaciones personales. Insatisfacción en parejas, desconfianza y ostracismo incluso en lo laboral y otras consecuencias no deseadas se dan bajo esta práctica.
Esa apertura hacia lo digital, apenas sin darte cuenta, emite una señal de «no importancia» hacia quien o quienes tienes delante. Esa puerta hacia los micromomentos que nos abre el móvil es muy seductora. Google citó los 4 principales micromomentos como quiero saber, quiero ir, quiero hacer y quiero comprar. En palabras del propio gigante digital, los micromomentos redefinen las reglas del juego.
La adicción a simplemente mirar el móvil en busca de una novedad (una notificación de cualquier aplicación, un email, etc.) es detonante constante de phubbing. Una brecha que nos está impactando con fuerza y que está provocando cambios drásticos en nuestra conducta. Tenemos que gestionar dos vidas, no teníamos suficiente con una.
Estamos o hemos acostumbrado ya a nuestro cerebro a buscar de manera continuada estímulos y novedades. Date cuenta que cuando estamos en alguna conversación en la que no sentimos que somos protagonistas, el primer recurso (y además, muy rápido) es coger el móvil. Este gesto, se ha convertido en habitual y eso es dramático.
Sin duda, el móvil lo tiene todo y a golpe de clic. Está diseñado para captar nuestra atención y mantenerla durante largo tiempo sin esfuerzo. Quizás por eso el término «desconectar» en vacaciones esté más de moda que nunca. Pero desconectar, de verdad, es una utopía.
No pierdas de vista los micromomentos, porque a nivel de estrategia de marketing para una marca, saber aprovecharlos es oro puro.
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