Hoy os traigo la historia de María Soler León como invitada al blog, una persona con la que me apetecía mucho contar y que nos trae esta maravilla de post titulado «Pon alas a tus sueños: la maravillosa mezcla de pasión y esfuerzo».
Conocí a María como alumna del Master MADEM en ESIC Valencia y su historia me encantó. Pero lo que más me impactó de todo fue su impresionante capacidad para afrontar retos y su descomunal actitud.
Desde que le pedí su colaboración hasta recibir su post escrito y documentado apenas habían pasado dos horas. Gracias María por tu predisposición y por esa actitud sobresaliente.
Os dejo con su post!
Pon alas a tus sueños: la maravillosa mezcla de pasión y esfuerzo
Para mi la clave del éxito está en la maravillosa mezcla que da la pasión y el esfuerzo. Aplicando ambas a todo lo que nos propongamos, nada logrará interponerse en nuestros sueños.
El único límite que existe, es nuestra propia imaginación, por tanto, pongámosles alas a nuestros sueños y dejemos que vuelen alto.
Probablemente muchos de vosotros os estaréis preguntando: ¿cómo y por qué ha llegado esta chica a esta conclusión?
Permitidme primero que me presente y después juntos viajaremos por aquello que me hizo darme cuenta de lo que os acabo de contar.
Mi nombre es María Soler León y tengo 25 años.
En cuanto a mi carrera profesional, estudié el grado de ingeniería eléctrica en la Universidad Politécnica de Valencia y recientemente he finalizado el Máster en Dirección de Empresas y Marketing (MADEM), en la escuela de negocios ESIC Valencia.
Durante el transcurso de este máster, he tenido la gran oportunidad de trabajar en una StartUp tecnológica, junto a uno de los mejores business angels que conozco, mi padre.
A grandes rasgos, esta es mi trayectoria, pero me gustaría que ahora me acompañarais al momento en el que me di cuenta de que no existen los límites a nuestros sueños y de que nosotros somos los únicos que decidimos si ponerles alas o cortárselas.
Con 19 años me subí por primera vez a un ultraligero y en ese instante me enamoré. Me enamoré de la aviación, de la sensación de libertad y de esa pequeña y juguetona aeronave.
Decidí que quería ser piloto y me puse manos a la obra.
Con esfuerzo, horas de práctica, aprendiendo de mis errores, sin miedo al fracaso y con pasión, pero pasión en mayúsculas, logré obtener mi anhelada licencia de piloto de ULM.
Desde ese momento, he aplicado esta potente mezcla a todo lo que me he propuesto en mi vida, tanto a nivel profesional como personal, y ¿sabéis qué?, he conseguido con éxito todo aquello que lograba imaginar. Nada volvió a interponerse en mis sueños y metas.
De hecho, ya mismo voy a comenzar una nueva y apasionante aventura, la obtención de la licencia de piloto comercial, mi gran sueño.
Para mí, el cielo nunca fue el límite, sino el comienzo.
No dejéis nunca de soñar y de poner alas a vuestros sueños, porque con pasión y esfuerzo se puede lograr todo lo que uno sea capaz de imaginar.
Photo credit: MSL