Hoy es turno de hablar sobre una metodología creativa clásica y de características básicas: Por qué el brainstorming es una técnica poco eficaz.
También conocida como lluvia de ideas, el brainstorming es una herramienta de trabajo muy popular tanto en empresas como en entornos educativos.
En este post anterior os hablo de la descripción de esta técnica creativa (clic aquí para leer el post).
Por qué el brainstorming es una técnica poco eficaz
Veamos algunos aspectos decisivos que justifican la respuesta a este planteamiento.
El primero de ellos es la motivación. En la aplicación de esta metodología creativa, mantener la motivación del grupo es realmente costoso.
La persona encargada de dinamizar al grupo debe mantener motivados a todos sus integrantes. Si esto no sucede, la productividad colectiva caerá en picado en tiempo récord.
El segundo de ellos es el denominado «cerebro colectivo«. En el grupo, puede existir la creencia de que de entre todos los participantes alguien será capaz de sacar la «idea».
Es como una difusión de la responsabilidad, que ataca directamente al primer aspecto, la motivación.
Otra manera de verlo sería el conocido efecto de la «ilusión de eficacia de grupo«.
Otro aspecto interesante a destacar es que en un brainstorming suele aparecer el fenómeno «cuello de botella».
Es decir, cada aporte de cada miembro del grupo suele frenar los planes del resto.
Si las ideas se van presentando de forma secuencial, los miembros pueden tener que estar readaptando su aporte de manera constante.
Además, puede aparecer cierto nivel de ansiedad generada por la mera presencia de los demás participantes.
Éstos siempre nos van a aparentar estar juzgando cada aporte que hagamos.
Obviamente, no todos los aspectos del brainstorming son negativos y con la técnica podemos llegar a obtener algo realmente interesante.
Pero yo, personalmente, soy mas partidario de aquellas técnicas que son verdaderamente metodológicas y que nos invitan, paso a paso, a ir provocando secuencialmente.
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