Por qué lo negativo se impone a lo positivo en comunicación

Para explicar por qué lo negativo se impone a lo positivo en comunicación vamos a poner en escena un concepto denominado sesgo de negatividad.

Se trata de un fenómeno psicológico que hace que como individuos prestemos más atención y otorguemos mayor importancia a las experiencias negativas que a las positivas.

Los estímulos negativos son más llamativos y dominantes, siendo las respuestas a las amenazas o a aquello desagradable más rápidas e intensas que las respuestas a las oportunidades o a los placeres.

Todo ello provoca que en comunicación la información de índole negativa se procese con mayor preferencia que la positiva. Es curioso contemplar como los individuos hacemos un mayor esfuerzo en evitar las emociones negativas que en alcanzar las emociones positivas.

Por qué lo negativo se impone a lo positivo en comunicación
Por qué lo negativo se impone a lo positivo en comunicación

Esta bipolaridad entre lo bueno y lo malo también se decanta hacia lo negativo en cuanto a lo relacionado con los recuerdos

Nuestro cerebro quiere saber lo que ocurre e invierte más tiempo en intentar descubrir los motivos.

¿Quiénes conocen mejor que nadie estas directrices? Los periodistas. Analiza cualquier medio de comunicación y descubre el peso específico en porcentaje de noticias negativas y noticias positivas en un informativo, un periódico, la radio, etc. Bueno, creo que no es necesario que lo hagas, lo sabes de sobra, aunque si lo haces sentirás curiosidad por el reparto de porcentajes que descubrirás.

Estos motivos también tienen mucha relación con un post anterior escrito hace pocos días titulado La aversión a la pérdida en marketing, que te recomiendo leer.

Fíjate que interesante este otro hecho: descubrir algo negativo sobre alguien de tu entorno o incluso fuera de él tiene más fuerza e intensidad que descubrir algo positivo. Dicen sabiamente que una mala reputación es fácil de alcanzar y difícil de cambiar, mientras que una buena reputación es difícil de alcanzar y fácil de perder.

Muchos motivos para pensar, ¿no crees? Al menos, siendo consciente de ello podemos entender muchos por qués.

Photo credit: usbmodels

2 comentarios

  1. Hola
    Aceptando como buena tu argumentación, puedo añadir que existen algunas fórmulas para impedir que esa positividad que se quiera transmitir no se pierda entre el marasmo negativo.
    La buena reputación de cualquier empresa o proyecto ha de fundamentarse en su buen hacer, sin perjuicio a usar distintas formas de componer la estrategia de comunicación para que las buenas nuevas se conviertan en titulares e impactos bien situados entre las tragedias y similares.
    Es un placer también que lleguen buenas noticias. El asunto es tener la sabiduría, que conocemos que tienes, para penetrar en esos espacios informativos.

    1. Gracias Cesáreo, creo haberte entendido bien, no hablo en primera persona, sino en plano general. Por supuesto que hay que tener la destreza de saber situar las buenas noticias entre las malas. Estamos sedientos de buenas noticias y son un gran reto. Un abrazo!

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