Complacer a todo el mundo con tu marca no es interesante, agota y probablemente será un objetivo improbable. Además, tu marca no tendría matices diferenciales, si sirve para todos, ¿qué chispa provocadora tiene? Procura que tu marca no deje indiferente. Es una de las cosas que he aprendido en esto del marketing.
Por ejemplo, cuando entras a una tienda de una marca de moda y ves que nada te gusta, cuando ves un anuncio publicitario y no lo entiendes o te desagrada, cuando lees un claim provocador y no te sientes parte de la marca que lo emite es que quizás, seguramente, no pertenezcas a su público objetivo.
Esta estrategia de enfoque hacia un público concreto es lo que hará que la marca gane seguidores que la amen (incluso pudiendo llegar a ser una lovemark) y tenga personas que la rechacen. Por una parte fans (fanáticos), seguramente por otra detractores (de los que aprender muchísimo).
Este escenario es mejor que un entorno contemplativo en el que nuestra marca pase desapercibida
Es decir, se perciba con indiferencia. Esto, la indiferencia, es un riesgo altísimo en la época actual.
¿Por qué la indiferencia es un riesgo? Porque la cantidad de marcas con las que competimos, antiguas, nuevas, líderes, seguidoras, etc. también buscan sus objetivos. Demasiada oferta como para permitirnos el lujo de mostrar una imagen y mensajes que generen indiferencia.
No estoy intentando transmitir un enfoque hacia los extremos de amor y odio hacia tu marca, porque probablemente esto tampoco sea beneficioso, sino que pensemos en qué lugar queremos estar.
Seguro que definir de forma clara el modelo del Círculo de Oro puede ayudar muchísimo a tener claro que tu marca no va a tener problemas de indiferencia en el mercado: el qué, el cómo y sobre todo el por qué serán fundamentales para trascender.
Photo credit: amvhell
Un comentario
Francisco, genial de nuevo. Añado que no sólo las marcas nos dejen indiferentes, tampoco las Personas.
Seguimos !!!
Mirka