Null Stern, el único y atrevido hotel del mundo sin estrellas

Un nuevo y sorprendente ejemplo para la sección Productos singulares: Null Stern, el único y atrevido hotel del mundo sin estrellas.

¿Habías escuchado alguna vez que existiera un hotel de cero estrellas?

Si habláramos de pensamiento lateral esto podría ser una eliminación.

Null Stern Hotel es un hotel de cero estrellas y su oferta es una habitación.

Ésta se encuentra expuesta totalmente al aire libre, es decir, no hay paredes, no hay techo y… no hay baño.

El lugar donde se ubica está al este de Suiza, en pleno valle de Safien, a unos 2.000 metros de altura.

La singularidad del lugar permite definir al concepto hotelero como «la única estrella eres tú«.

Así lo afirman sus creadores Frank y Patrik Riklin (que son hermanos) y Daniel Charbonnier.

Null Stern, el único y atrevido hotel del mundo sin estrellas
Null Stern, el único y atrevido hotel del mundo sin estrellas

Null Stern, el único y atrevido hotel del mundo sin estrellas

Jugando con este concepto de las estrellas vemos que se combina el «cero estrellas» con «la única estrella eres tú«.

La inmejorable perspectiva nocturna del cielo estrellado libre de contaminación lumínica en el valle lo hace posible.

230 euros por noche tienen la culpa de vivir esta experiencia donde se ubica al cliente en el centro absoluto de la misma en un escenario brutal.

Un peculiar servicio de mayordomo, con guantes blancos, camisa blanca, corbata de lazo y pantalón negro, está a disposición de los clientes durante toda su estancia.

Es curioso que el primer proyecto de este trío fue transformar un antiguo búnker nuclear situado en Teufen en un hotel subterráneo.

Siguiendo con el pensamiento lateral, podríamos pensar en esta ocasión en una inversión, pues el Null Stern Hotel pasa del concepto bajo tierra a espacio abierto.

Frank, Patrick y Daniel no se conforman con esto y ya están meditando redistribuir las mismas camas que disponían en el hotel subterráneo por todo el país.

De este modo, se convertiría a la propia Suiza en un gigantesco hotel (otra exageración), donde los paisajes serían la realidad más absoluta dentro de nuestra propia imaginación.

Como siempre, otra idea para hacernos pensar. Está todo por hacer y por descubrir.

Photo credit: greenzine

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