Vamos a sumar una nueva metodología creativa para la sección de técnicas de creatividad: Provocación u operación provocativa.
La provocación es una técnica que precisa de una herramienta como el pensamiento lateral, que implica que dejemos de lado nuestra manera de pensar habitual (deductiva) e intentemos encontrar soluciones diferenciales de forma inductiva.
Edward de Bono, el padre de la creatividad moderna, fue quien popularizó la provocación.
Los seres humanos pensamos normalmente influenciados por patrones ante los que reaccionamos, debido a nuestras experiencias previas y a las extensiones lógicas que conllevan dichas experiencias.
Somos muy poco dados a salir fuera de estos patrones, debido a la estructura de nuestros cerebros, lo que no implica que no podamos hacerlo.
Por este motivo, el pensamiento lateral es una herramienta provocadora, disruptiva, que nos hace salir de la zona establecida para encontrar planteamientos siempre sorprendentes.
La provocación nos trae planteamientos que a priori pueden ser una auténtica ontería, pero a la que debemos de darle una oportunidad.
Es precisamente esa tontería la clave de la provocación, ya que es entonces cuando se genera un vacío que debemos conectar con la realidad, trayendo de otro mundo al que casi nunca accedemos ideas no convencionales.
Pero cuidad, este tipo de planteamiento creativo es adictivo: te puede gustar tanto como a mí y acabar totalmente enganchado a el para siempre.
Y, ¿sabes qué te digo? Funciona!
Empieza ya! Busca cualquier cosa de tu mundo convencional. Tu oficina, tu coche, tu ropa… y piensa… ¿por qué debe ser así o por qué siempre es así?
¿Qué pasaría si cambiáramos algún aspecto del objetivo? Para profundizar más y quedar ya totalmente enamorado del pensamiento lateral, te recomiendo pasar a su versión top, el marketing lateral.
Sustitución, inversión, combinación, exageración, eliminación y reordenación son las seis técnicas que lo componen y de las que ya hemos visto mucho contenido en este blog.
Photo credit: Pinterest