Turno para otro protagonista en la serie de post sobre psicología de los números en el marketing: seis.
Si nos adentramos en el mundo de las matemáticas, el número seis es el primer número perfecto. Esto es así porque es igual a la suma de sus divisores, 6=1+2+3. Característica que comparte con los siguientes números perfectos que son el 28, el 496, el 8.128, etc.
Dicen el el Antiguo y en el Nuevo Testamento de la religión cristiana que Dios tardó seis días en crear el mundo y que al séptimo descansó. Precisamente un número de días perfecto: 6. Precisamente en el sexto día creó a los humanos.
El número 6 es la máxima cifra a alcanzar cuando lanzamos un dado. Así que en este caso sería el deseado, el top. Lo mismo ocurre con las fichas del dominó, por lo que la ficha doble seis sería la top.
Por otra parte, se dice que el número seis es referencia de amor eterno entre los quienes lo comparten
El seis representa a la unidad base del sistema horario que utilizamos. El día se compone de 24 horas formulables como 6+6+6+6, que podemos transformar en minutos (6×60) + (6×60) + (6×60) + (6×60) o en segundos como segundos (60×60) x (6+6+6+6). Muchas veces nos referimos a una hora como sesenta minutos y a un minuto como sesenta segundos.
En la parte más temible de este número se encuentra la curiosa consideración del triple 6 como el número del diablo, pues está antes del 7, que es identificado como «número de Dios».
Sin duda es arriesgado jugar con el triple 6 dentro de un proceso de marketing, pero esto no tiene por qué quitarnos la idea de la cabeza.
Para finalizar, decir que el 6 duplica las condiciones de perfección de la triada, un conjunto de tres, por lo que representa un perfecto equilibrio entre el plano material y el plano espiritual.
Bueno, pues… a por el seis!
Photo credit: Billy Curtis
